Reseña: Grave Digger – "Bone Collector" (2025)

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Grave Digger es de esos artistas que se ganaron su espacio en el heavy metal europeo y, de cierta manera, se ha convertido en una banda de culto para los puristas. Formada en 1980, Chris Boltendahl es el único componente de la alineación clásica que aun permanece y ha sido testigo de los cuarenta y cinco años de carrera. Así que para conmemorar ese hito, los oriundos de Gladbeck publicaron en 2025, Bone Collector.

La fiesta empieza con la canción que da título al disco, "Bone Collector", un puñetazo directo a la cara. No obstante, el que golpea más fuerte y certero es "The Rich The Poor The Dying", con un estribillo atrapante y una batería demoledora. "Kingdom of Skulls", un tanto más promedio, posee ese característico estilo alemán que comparte con sus colegas Accept y Rage. En cambio, "The Devil’s Serenade" baja bastante las RPM hacia un hard rock/metal tradicional con recuerdos ochenteros. Aunque soy un fanático de esa era, no me convence del todo. En "Killing is My Pleasure" la banda vuelve a acelerar el motor con un estilo acorde a su carrera, pero también hacia el metal moderno; una conexión bien exitosa. "Mirror of Hate" parte con un riff muy tradicionalista, pero en los versos sentí a Lordi en vez de Grave Digger, algo que en cierta manera se soluciona a medias con el estribillo poco atractivo y los guturales.

"Riders of Storm" me convenció al instante con ese riff, pero de nuevo siento que comete el error de la canción anterior, aunque se apega más al estilo de la banda. Estoy seguro que si pusiera la introducción acústica de "Made of Madness" a alguien ajeno al metal, pensaría que es algún artista pop actual. Por suerte, esa idea curiosa y cursi, por así decirlo, queda sepultada por el acertado speed metal. Me había asustado. "Graveyards Kings" y "Forever Evil & Buried Alive" son una muestra del revival que ha estado en la escena musical metalera por años, volver a la era dorada del metal siempre es la vieja confiable y acá la banda lo consigue favorablemente. El álbum cierra con "Whispers of the Damned", un tema que también tiene ese toque de antaño, en este caso, rememora a un doom/thrash metal ochentero, en donde se juega con lo eléctrico, lo acústico y lo melódico.

Bone Collector es un álbum que muestra la tradición de Grave Digger, en donde el heavy/speed/power metal están a la orden con interesantes riffs, solos y una sección agresiva. No obstante, es un disco que solamente cumple, porque si bien lo podría colocar en una posición media hacia arriba, se siente previsible y esperable. Así que es una banda sonora para celebrar los cuarenta y cinco con estilo y gracia, pero no para parrandear hasta la madrugada.