Misión más que imposible; una última aventura

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La última gran aventura (crucemos los dedos) de Ethan Hunt y su fuerza de misión imposible llega a los cines este 21 de mayo, y si tiene alguna duda de si ir podemos asegurar que es un buen final para esta franquicia, llena de flashbacks, planes complicados para salvar al mundo, Tom Cruise corriendo kilómetros sin cansarse y mucha muuuuuucha acción sin freno de la que está saga nos ha acostumbrado.

Estamos ante uno de los estrenos del año y si eres fan de la FMI tendrás varias sorpresas, más si eres de los que siguen y aman estas entregas desde la primera parte donde vimos no solo como la acción y los personajes evolucionaron siempre manteniendo fuerza, además de lo entrañables que se transforman a lo largo de la saga, obviamente manteniendo uno que otro cliché que esperas y verás dentro de esta última entrega; si no estás al tanto de las aventuras de Ethan Hunt estamos seguros que lo pasarás bien por las coreografías de pelea y persecuciones, mas no entenderás por completo a cada personaje o sentirás la misma emoción, recomendamos en ese caso que veas al menos la película anterior y protocolo fantasma (la favorita personal de quien escribe esta reseña) para ir con la idea más clara.

En un mundo lleno de secuelas y universos cinematográficos se nos olvida lo importante, que no todos ellos son de Marvel ni incluyen a Vin Diesel, hay otras grandes familias en el cine de acción y una de ellas es la que ha formado durante años Ethan Hunt, Benji, Luther y quienes ganaron o perdieron en el camino en misiones que siempre parecieron imposibles y son homenajeadas en un fin que aunque se asegura es realmente un cierre, nunca podremos estar seguros, porque, aún cuando al final de casi toda historia hay un final feliz, el mundo siempre tendrá una nueva amenaza. Es deber de algunos por quienes conocemos y por los que nunca conoceremos el salvar las películas, esta reseña se autodestruirá en cinco segundos.

Gerson Acevedo