Reseña: Scorpions - «Crazy World» (1990)
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Reseña: Scorpions – «Crazy World» (1990)




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Reseña Scorpions - «Crazy World»

La década de los ochenta consolidó a Scorpions como una de las principales agrupaciones del hard rock y el heavy metal. Sus cuatro álbumes de estudio editados en esos diez años, los llevó a alzarse con la victoria. Hoy es difícil hablar del metal ochentero sin mencionar a «Rock You Like a Hurricane», «The Zoo» o «No One Like You». Los alemanes terminaron ese decenio en la cima de la popularidad y del éxito comercial, así que 1990 solo era un año más para ellos. Sin el productor Dieter Dierks, responsable de la era dorada de Scorpions (1975-1988), la banda tenía que afrontar un nuevo viento y que mejor que con Crazy World.

«Tease Me Please Me» posee aires ochenteros y una producción moderna para la época; el riff principal y el estribillo se llevan mi mejor evaluación. Diría que entre las canciones más pesadas del álbum esta es la más popular, porque como la banda se ha dedicado a tocarla constantemente en sus conciertos, la ayudó bastante a posicionarse como una de las más recordadas. La cohesión de las canciones de hard rock es destacable: «Don’t Believe Her», «Lust or Love» y «Kicks After Six» rugen poderosamente como hermanas, pero siento que sus estribillos carecen de ese toque de himno que hicieron únicas a sus canciones ochenteras. Ninguna de las tres cumple con ese factor memorable, una lástima. «Crazy World», por su parte, tiene ese enfoque en vivo que le faltaba a las recién mencionadas, porque esas partes de uhhh is a crazy world e is a crazy, is a crazy world están encauzadas para ser coreadas por el público.

Scorpions - «Crazy World»

Scorpions – «Crazy World»

«To Be With You in Heaven» la veo en Savage Amusement, gracias a esa dirección más calmada, con una orientación musical diferente a las demás canciones de hard rock del disco. Por su parte, «Restless Nights» nos relata las pericias de la banda por las distintas ciudades que han recorrido, un tema con un riff de guitarra buenísimo, aunque considero que el silencio de las guitarras en los versos la debilitan. A mi parecer, una canción con potencial pero con un resultado regular. La cuota de heavy metal la pone «Hit Between the Eyes»: la voz altísima de Klaus Meine, el golpe básico pero intenso de la batería de Herman Rarebell y los tonos agudos de la guitarra de Matthias Jabs, son los puntos altos de uno de sus mejores temas de los noventa. El tono oscuro del riff principal de «Money and Fame» funciona como un recuerdo a «China White» del disco Blackout, pero a pesar de que Jabs pone a prueba el talk box de forma exitosa, la canción no llega al mismo nivel.

A diferencia de sus álbumes previos, el peso comercial cae en los hombros de las dos power ballads: «Wind of Change» y «Send Me an Angel». La primera es la más exitosa en la carrera de los alemanes y tuvo un significado importantísimo en las naciones de Europa continental. Una especial relevancia para ellos como alemanes, ya que después de muchos años de separación, su país volvía a unirse, así que esta canción fungió como el himno perfecto de esa época. «Wind of Change» trascendió las barreras del rock pesado para instalarse como uno de los sencillos más importantes de la historia, así de simple. No obstante, considero que fue la culpable involuntaria de que Scorpions dejara de ser el ícono del rock pesado europeo, para ser una banda reconocida mayormente por las baladas. Una jugada que, a modo personal, los terminó perjudicando y, vista de cierto modo, pone en el tapete el principio del fin de la era roquera intensa de Scorpions, lapso que se vería notablemente en la segunda parte de los noventa. Aunque ese ambiente esperanzador caló hondo en la vida de millones de personas y los acercó a la banda, siento que esos nuevos fanáticos se quedaron solo con esa faceta, dejando a un lado su parte más metalera. En fin, una apreciación personal como fanático en vez de reseñador.

Por su parte, «Send Me an Angel» posee un mensaje precioso y los teclados le otorgan un aire solemne. Al más estilo de Virgilio guiando a Dante, Meine se ablanda a un punto que te hipnotiza con su suave y melódica voz, la que finalmente le brinda ese espíritu de regocijo. Una canción maravillosamente creada, con una letra que dejaría pensando a cualquier persona que la escuche por primera vez. Es indudablemente una de sus power ballads más preciosas de su carrera.

Scorpions - «Crazy World»

Scorpions – «Crazy World»

Crazy World es mucho más intenso que Savage Amusement, ya que dejan atrás ese tono glam radial que habían abrazado en 1988. Un disco que presenta aún elementos ochenteros, y se entiende, porque recién vienen saliendo de esa década, pero presenta una producción moderna para la época. Es una muy buena producción para aquellos que busquen el punto medio de rock, metal y power ballads. Si bien sus dos baladas son quizás las más recordadas de su carrera, son sus canciones pesadas las que finalmente hacen que Crazy World no sea un Lovedrive o un Blackout, porque como dije anteriormente, es la falta de intensidad en los estribillos que hacen no hayan quedado en la memoria popular del rock pesado. Ese factor en el disco hace que Scorpions, en esta oportunidad, no cumpla con sus habituales habilidades al cien por ciento. En resumen, es un álbum que inicia la bajada de la cuesta en cuanto a calidad compositiva, aunque para 1993 Scorpions aún tenía energía suficiente para escalar determinados riscos.

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