Maneskin en Chile: fiebre de viernes por la noche
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Maneskin en Chile: fiebre de viernes por la noche




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Con un público vestido de cuerina, mallas de red y predominantemente de negro y maquillado en tonos oscuros, Maneskin se presentó anoche en el estadio Bicentenario de La Florida por segunda vez en Chile.

 

Comenzando el ingreso a las 17:03 hrs y con locaciones que no lograron llenarse por completo, las nacionales Frank’s White Canvas salieron a escena a las 20:00, ante un público que mayoritariamente no las conocía pero al que lograron ganarse e interactuar en su media hora de show, destacando el solo de batería de Fran y la voz potente de Karin, quien agradeció al público y en especial a su equipo técnico, para quienes pidió aplausos en especial por “hacer esto posible”. Luego de sus fotografías de rigor con el público de fondo junto a su equipo, se retiraron luego de una presentación correcta y amena.

Maneskin, como rockstars eternos

El público de Maneskin, impaciente desde temprano, esperó hasta las 21:05 la aparición de los italianos, con Thomas abriendo escena junto a su guitarra, para dar paso a Damiano entre luces rojas, Victoria y Ethan, partiendo con la esperada Don’t wanna sleep, segundo track del último álbum de la banda, Rush, que da partida a la gira mundial de este año.

 

En una explosión de luces de colores, Damiano David se dirigió al público durante la presentación de 1 hora 54 minutos en perfecto español, como ya es insigne de la banda, interactuando constantemente con el público, el cual no logró llenar las locaciones del estadio especialmente en los sectores pit y cancha.

 

Siguiendo con Gossip, tema que en la versión de estudio para Rush es interpretada junto al legendario Tom Morello, y Zitti e bouni, perteneciente al segundo álbum de la banda Teatro d’ira: Vol. I, la cual fue coreada en un quebrado italiano por el público chileno, Maneskin logró rápidamente calentar el ambiente, pese a que el joven público no respondía con tanto fervor a favor de grabar registros del concierto.

 

Con algunas fans desmayadas en cancha frontal, la banda dio paso a Honey, (are you coming?) y Supermodel, para luego introducir Coraline, donde Damiano anunció “Están listos para llorar?” previo a una de las canciones más emotivas del cuarteto, entonada en italiano.

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Luego de esto, introdujo Begging, el famoso cover de The Four Seasons que forma parte de las canciones que los hizo populares mundialmente, anunciando que a continuación vendría una canción que habían tocado muchas veces en vivo al punto que habrían pensado en sacarla del setlist, a lo que el público respondió en desacuerdo. Durante esta performance, la bajista Victoria De Angelis recorrió brevemente el sector de pit frente al escenario, desatando la euforia de los asistentes, con las primeras filas del sector cancha frontal intentando tocarla y buscar el mejor registro en sus celulares, entre sonrisas de Victoria.

 

Para la siguiente canción, Damiano preguntó si los asistente sabían qué pasaría el 10 de Noviembre, con poca respuesta del público, a lo cual el frontman de la banda recordó al público qué corresponde a la fecha de lanzamiento de una nueva edición de Rush con cinco nuevas canciones, entre ellas The Driver, la cual ya han tocado en los conciertos de esta gira de manera que el público pudo unirse y corearla. Enunciando una “segunda oportunidad”, Damiano preguntó por el tema favorito de Thomas Raggi, guitarrista de la banda, dando paso a For your love.

 

A continuación tocaron Gasoline, canción perteneciente a Rush, con un potente mensaje político, perfectamente pertinente con la situación mundial actual.

 

Realizando un cambio de escenario para una pequeña sección acústica que confundió momentáneamente al público, Damiano y Thomas tocaron la emotiva Timezone entre flashes de celulares, y luego el esperado cover de artista nacional, siendo éste Tu falta de querer, de Mon Laferte, momento en que Damiano comentó que agregar covers de artistas locales ha sido una de sus cosas favoritas de la gira y que habría sido muy fácil decidirse por dicho tema ya que “Me gusta mucho Mon Laferte,” agregó.

 

Volviendo al escenario principal, Victoria y Ethan deslumbraron con solos de bajo y batería respectivamente, para dar paso a la popular I wanna be your slave cantada a gritos por el público, para quienes a continuación Damiano presentó Mammamía, refiriéndose a que la canción tenía una palabra en italiano que estaba seguro todos conocían.

 

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Damiano y Thomas bajaron varias veces durante la presentación al público, con Damiano siendo cargado por la pequeña multitud de cancha frontal, entre risas del vocalista. Victoria fue una de las más aplaudidas y aclamadas de la jornada, respondiendo siempre con sonrisas y guiños que enloquecieron al público.

 

El cuarteto tocó Humble, cover de Kendrick Lammar, con una positiva respuesta de la audiencia, y una potencia digna de la energía que los ha hecho famosos desde sus inicios en Eurovision. In Nome del Padre permitió al público cantar nuevamente en un italiano aprendido netamente de oído, y Bla Bla Bla, con el bajo de Victoria llevándose las miradas, desató nuevamente gritos y vítores.

 

Damiano, entre risas y después de varias veces que el público gritó el clásico “mijito rico”, admitió qué “Me tomó como dos minutos entenderlo”, mostrándose como siempre carismático, con un gran desplante escénico y un alcance vocal estremecedor.

 

Llegando al final del show, Damiano, como fue predominante durante todo el espectáculo, se dirigió al público en español, dando la bienvenida teatralmente a las fans invitadas al escenario, las cuales generaron envidia en el resto de los asistentes, cantando Kool Kids junto a los italianos, disfrutando su momento donde un importante grupo se mantuvo junto a Victoria y Thomas, quienes se mostraron eufóricos y perfectamente en sincronía, contundentes en su rol respaldando su fama y arrastre mundial.

 

Retirándose el resto de la banda, Thomas se mantuvo en el escenario interviniendo el sintetizador, para dar paso posteriormente a un pequeño descanso de la banda para terminar con el esperado encore: Thomas deslumbrando con un pulido y ensordecedor solo de guitarra, dando cuenta de su manejo técnico y expertiz.

 

The Loneliest alzó las manos de los asistentes en una balada bajo focos morados, flashes de celulares en alto y voces emocionadas de sus fanáticos. Terminando el espectáculo, Maneskin tocó nuevamente I wanna be your slave, dejando en claro por qué son una de las bandas recientes con mayor potencia escénica, con una estética reconocible que recuerda en momentos al hard rock de los 80s, y un sonido arrasador de músicos de excelente nivel.

Agnela Cuevas

Fotos cortesía de DG Medios

 

Locutor, adicto al fútbol y al Heavy Metal. Tiene el récord de más mosh sobrevividos mientras cubre conciertos para su querida página, Cuartel del Metal. Ha visto más veces a Chayanne que a Black Sabbath.

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