CD Review
Reseña: Gary Moore – «After the War» (1989)
Gary Moore, guitarrista, se despide del hard rock y metal en 1989 con "After the War". El álbum muestra influencias celtas y momentos destacados, especialmente con "Led Clones", la mofa a las bandas que copiaban a Led Zeppelin. A medida que avanza, pierde fuerza, pero aún ofrece una experiencia musical variada y cómoda para los oyentes.

Antes de que el guitarrista Gary Moore tomara la drástica decisión de dejar atrás el hard rock y el heavy metal para retomar su cariño por el blues, en 1989 escribió la última página de ese capítulo de su vida: After the War. Para ello, contó con una alineación estelar de invitados, desde Simon Phillips y Cozy Powell en la batería, coristas de la talla de Andrew Eldritch y Chris Thompson, hasta el príncipe de las tinieblas, Ozzy Osbourne. Desconozco si durante su grabación su mente ya estaba mirando hacia el blues y si de antemano compuso las canciones sabiendo que sería la última vez que apuntaría hacia el rock pesado, por lo que no sabría decirles si After the War era una muerte anunciada para el metal. Cabe indicar que el formato vinilo difiere del disco compacto en cuanto al número y la posición de las canciones, así que, ojo, esta reseña está basada en la lista de pistas del CD.
El álbum inicia con la instrumental «Dunluce Part. 1», nombre tomado del Castillo de Dunluce de Irlanda del Norte. De hecho, musicalmente se siente un ambiente celta, algo ya visto en su anterior disco Wild Frontier (1987), demostrando una vez más el amor que tenía Moore por las tradiciones de su tierra. Con unos sintetizadores anunciando la llegada del rey, «After the War» tiene ese toque hard rock típico de su carrera en los ochenta; podría haber figurado en Run for Cover (1985) sin problemas. «Speak for Yourself», coescrita con su partner de entonces Neil Carter, se va por la tangente metalera. El solo por cierto es sublime, dejando en evidencia que el tipo podía hacer de todo con su guitarra. En contraste a estas dos pistas, «Livin’ On Dreams» es más relajada y promedia, a ratos parecía ser una composición de Thin Lizzy, banda en la que él estuvo un par de años. Después de esa bajada de calidad, viene «Led Clones», una de las mejores del álbum. Cointerpretada con Osbourne, es una ironía a las bandas de la época que sonaban similar a Led Zeppelin, como Kingdom Come. Esta canción es notable porque se mofa de ellas, con un ritmo y tono que emula a Zeppelin. Dejando detrás lo burlesco, es buenísima y debió haber sido más popular. Una canción exclusiva del disco compacto es «The Messiah Will Come Again», una instrumental blusera escrita e interpretada por Roy Buchanan en 1972. Aquí se deja entrever que el nuevo enfoque musical de Moore ya estaba yéndose hacia del blues y el blues rock.
A partir de la metalera sintetizada «Running from the Storm», que parece ser un descarte de Wild Frontier, el álbum pierde sustancia. «This Thing Called Love» la encontré muy estadounidense, muy del estilo de Van Halen, incluso cuando la oía se parecía a «Hot For Teacher». A su vez, «Ready for Love» también la sentí como desviada del sonido del álbum, parecía una pista ochentera de Joe Cocker, Peter Gabriel o Robert Palmer; un rock radial con un muy entretenido estribillo, pero un tanto plano. «Blood of Emeralds» es íntima y personal porque está dedicada a su gran amigo Phil Lynott, fallecido líder de Thin Lizzy. La influencia celta comentada en Wild Frontier es la gran base de esta pista, es similar en estructura a «Over the Hills and Far Away». Si eres fanático del folk metal nórdico esta te gustará. El álbum termina de la misma manera que empezó, con «Dunluce Part. 2», en una versión más extendida.
After the War es un álbum en donde Moore retoma compositiva y musicalmente las características de sus dos discos previos, Run for Cover (1985) y Wild Frontier (1987). Repite de una manera no molesta la fórmula de ambos en un todo, conformado por las influencias de la música celta, el leve chovinismo que lo representó en esta parte de su carrera, el hard rock europeo y el heavy metal tradicional. En realidad, reciclar la pauta exitosa no es malo, pero hay que hacer bien y en este caso Moore lo hace bien. Es un disco con bajadas y subidas, y su material más llamativo está en la primera parte. Por ende, es una producción con muy buenos momentos, algunos que hay que darle más mérito y otros que pasaron sin pena ni glorias, así que mi consenso es que es un álbum regular para su carrera y confortable para el oyente.

You must be logged in to post a comment Login