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Durante la explosión del thrash metal en los ochentas, el mundo estaba viendo fijamente la escena de la Bahía en los Estados Unidos, a las bandas neoyorquinas, el thrash alemán o incluso a las bandas brasileñas que amenazaban con conquistar el mundo. Pero resulta que también estaban pasando cosas en Canadá: en medio del frío del país, varios grupos también dejaban su granito de arena para sumar a la tormenta del thrash, incluso después de la época de gloria del estilo.

En esta lista, rendimos tributo a las bandas más destacadas del thrash metal canadiense, tanto de los ochentas como los noventas y acercándonos al presente.

7 – Anonymus

Formados en 1989 y con su primer LP oficial editado en 1994, alguno podría llegar a decir que Anonymus llegaron tarde a la gran explosión del thrash metal de los ochentas. Pero lo que les faltó en timing a estos oriundos de Québec, ciertamente lo compensaron con consistencia en su obra: diez álbumes de muy buena calidad, donde el grupo combina la ferocidad del thrash con letras predominantemente en francés. En tiempos recientes han incorporado elementos más modernos, pero no han perdido ni un gramo de su pesadez. Asegúrense de escuchar Sacrifices, su último álbum, y el próximo La Bestia, su primer álbum completamente en español.

6 – Obliveon

Durante la explosión del thrash en los ochentas, existió un sector de bandas que decidieron tomar la furia punk del género y llevarlo por terrenos inesperados, llenos de riffs intrincados y cambios de tiempo. Los suizos Coroner, los rusos Aspid, los estadounidenses Sadus y los alemanes Mekong Delta y Deathrow fueron de las bandas más representativas de este estilo durante la época. Canadá tuvo varios de los grupos técnicos más importantes, como veremos más adelante, y uno de ellos fue Obliveon: formados en 1987 en la ciudad francocanadiense de Longueuil y más tarde modificando su nombre para no confundirse con otros grupos, este cuarteto llevó su ensalada de death metal, thrash metal y tendencias progresivas a nuevos niveles con sus álbumes From This Day Forward y Nemesis, ganándose un seguimiento de culto en el mundo metalero.

5 – Slaughter

Otros oriundos de Toronto, Slaughter pasaron a formar parte indeleble no sólo de la historia del thrash sino también de la enorme evolución de toda la escena metalera de los ochentas con su debut Strappado. Editado en 1987 a través de Diabolic Force (el mismo que editara a Sacrifice), este álbum de apenas 23 minutos y monedas predijo el futuro del metal extremo durante las siguientes décadas con su mezcla corrosiva de thrash metal, death metal, hardcore y una estética llena de gore y sangre. El grupo se separaría dos años más tarde, y más allá de una pequeña vuelta en los noventas y la salida del demo inédito Fuck of Death (que incluye grabaciones junto a la leyenda Chuck Schuldiner), el resto de los miembros ha decidido enfocarse en otros proyectos. Pero no se dejen engañar: con apenas ese único álbum, el lugar de Slaughter en la música extrema siempre estará garantizado.

4 – Sacrifice

Este quinteto torontoniano nacido en 1983 bien podría haberse sumado a la enorme cantidad de grupos de thrash que se perdieron en la cresta de la ola, pero ese no sería su caso. Con una discografía envidiablemente consistente y con un sonido que combinaría el thrash con elementos extremos y técnicos, y con Soldiers of Misfortune y Apocalypse Inside lograron editar dos tremendas muestras del género cuando los noventas amenazaban el futuro del estilo. Luego de telonear nada menos que a Death, el grupo se separaría, volviendo para editar The One I Condemn en 2009, siendo un álbum aclamado y muy bien recibido. E incluso se dieron el lujo de hacer un cover de Rush en un split con los hardcore melódicos Propagandhi.

3 – Razor

Ganadores a varios de los premios de "peores tapas de discos del metal", Razor es la clase de grupo que no debería juzgarse simplemente por la portada: detrás del amateurismo de varias de sus ilustraciones, se encontraba una de las bandas más agresivas del thrash y el speed de los ochentas. Discos como Evil Invaders y Violent Restitution se constituían como algunos de los mejores discos que Slayer nunca editó, con una furia punk que mantiene las canciones alrededor de la marca de los tres minutos y no pierde un segundo. Cerrando su discografía con la peor tapa de todas en Decibels, el grupo al menos puede decir que cerró su carrera con muchos más discos clásicos de los que bandas más respetadas tienen.

2 – Annihilator

Supuestamente tomando su nombre de la bizarrísima película Best Defense de Eddie Murphy, Annihilator siempre han sido la banda del guitarrista (y ocasional vocalista) Jeff Waters, que ha sido el único miembro constante a lo largo de sus 35 años. Con dos clásicos como Alice in Hell y Never, Neverland que le valieron el apodo de "los Megadeth canadienses" (e incluso "Megadeth con un cantante bueno"), la carrera de la banda desde esa época ha sido bastante difícil desde esa época, con los constantes cambios de miembros y de estilo. Pero ciertamente hablamos de una de las mejores bandas de thrash de la última etapa del estilo, y una que ciertamente merece su lugar.

1 – Voivod

El primer puesto estaba peleado entre Annihilator y Voivod, pero a fin de cuentas uno se da cuenta de que el trono termina quedándose en Québec. Formados en la ciudad de Jonquière en 1981, este cuarteto fue trascendiendo desde sus dos primeros álbumes de crudo thrash / punk influenciado por Venom hasta llegar a una mezcla muy personal de thrash metal y rock progresivo, sin abandonar ni por un momento la furia que los caracteriza. Si a eso le suma un guitarrista tan característico como Denis "Piggy" D’Amour y las letras conceptuales de ciencia ficción inspiradas por el baterista Michel "Away" Langevin (también encargado del arte), hablamos de una banda que no es sólo de culto, sino que llega al punto de ser la banda favorita de muchos de nuestros músicos favoritos. Con una discografía impresionante que sigue al día de hoy y que sigue siendo una influencia en nuevos músicos, Voivod se llevan el premio a la banda de thrash canadiense más importante de la historia.