50 mil personas, viajaron en el tiempo con Iron Maiden en el Estadio GNP

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48 años más tarde, la agrupación pionera de la nueva ola del heavy metal británico (NWOBHM), demostró que la edad no es un impedimento para seguir siendo maestros de su arte. Tras una exitosa serie de conciertos por Estados Unidos, regresaron a México para su turno de estrenar el Estadio GNP de la Ciudad de México, antes Foro Sol, lugar que les tocó conducir seis ocaciones, ahora para el tramo final de su gira "The Future Past Tour", mostrando canas y algunas arrugas, pero con una energía intacta, el 20 de noviembre.

Para quienes nunca han escuchado a Iron Maiden, su música puede parecer intimidante al principio. Sin embargo, sus letras abordan temas profundos como la amistad, el miedo, la pérdida, el duelo y la esperanza, temas universales con los que todos podemos identificarnos en algún momento. Claro, también hay canciones que mencionan desesperación, Satanás o la muerte, pero suelen esconder significados más profundos.

El ambiente en el  GNP, con capacidad para más de 57,000 personas, era único. Familias enteras asistieron para disfrutar de una de las bandas más importantes del género, si no la más importante. Se podían ver niños, adolescentes, padres e incluso abuelos, unidos por el amor al heavy metal. Pese a su apariencia ruda, la comunidad metalera destaca por ser acogedora, amigable y solidaria. Con las nuevas modificaciones al lugar y cambio de longitud del escenario, Iron Maiden convocó cerca de 50 mil personas, no fue un agotado de taquilla, ¿pero quién en estos tiempos que no sean pop o el top cinco de bandas consagradas, logra actualmente meter esa capacidad de personas?, eso es más que cualquier numero de personas que pudo almacenar Maiden en cualquier de sus fechas por Estados Unidos, que ninguna fue de estadio.

La lluvia, el frió y el tráfico, parecían haberse asociado para dejar un mal sabor de boca a la asistencia, pero Iron Maiden, decidió retrasar un tanto su recital, para que todos entrarán a sus lugares, también la lluvia cedió, todo se acomodó. El concierto comenzó con “Doctor, Doctor” de UFO, un clásico que Iron Maiden utiliza como intro en casi todos sus shows desde hace 20 años. Poco después, el tema "Blade Runner (End Titles)" marcó el inicio del espectáculo. La oscuridad cubrió el escenario, y al sonar la intro de guitarra de "Caught Somewhere in Time", el escenario se iluminó con pirotecnia mientras la banda hacía su entrada triunfal. La escenografía era dinámica y se adaptaba a cada canción, con un telón de fondo que cambiaba según el tema, acompañado de dos pantallas gigantes que proyectaban animaciones y extendían el diseño del escenario, todo inspirados en el arte de su producción de 1986, Somewhere in Time de 1986, disco el cual están tocando de inicio a fin. Comentarios en redes sociales y en la misma asistencia, predominaban que fue un recital aburrido, pero, si es un buen seguidor de Iron Maiden, comprenderá en especifico que Somewhere in Time, es una producción más progresiva, con elementos más matemáticos a comparación de sus otras ruidosas y rápidos temas, dejando fuera de su lista de canciones la mayoría de sus éxitos para los fans casuales de bar billar.

Bruce Dickinson, a sus 65 años, demostró ser un frontman de otro nivel. Saltó, bailó y animó al público con su energía inagotable, vistiendo atuendos que evocaban una estética postapocalíptica, como sacados de "Mad Max". Aunque los fans extrañaron su uniforme militar británico en "The Trooper", Bruce supo compensarlo con carisma y declaraciones memorables.

Un aspecto especial de de Iron Maiden es su capacidad para variar las listas de canciones en cada gira. Esta vez, interpretaron “Alexander the Great,”  la primera vez que la tocaron en vivo en esta gira. También incluyeron cortes menos conocidos como, “Can I Play with Madness" y la siempre popular “Wasted Years.” Muchos fans especularon que la gira del próximo año podría inclinarse más hacia un formato de grandes éxitos, lo que sería interesante de ver, aunque ya ellos mismos confirmaron que tocarán, Fear of the Dark, en completo y de paso celebrar los 50 años de Iron Maiden y los 35 años del lanzamiento del disco. Algo que no podemos dejar fuera del renglón, es la edad y el percance que sufrió su baterista, Nicko McBrain de 74 años, recordemos que el año pasado sufrió un derrame cerebral, lo que lo tiene actualmente en un 70 por ciento de recuperación, con estos datos, creemos firmemente que la siguiente gira de Iron Maiden, que comienza el próximo año y termina en 2026 será la última.

El “ataque de guitarras gemelas” de Dave Murray y Adrian Smith, junto con la vitalidad de Janick Gers, fue uno de los puntos fuertes del concierto. Janick, a sus 67 años, impresionó al público con acrobacias mientras tocaba, mostrando una energía juvenil, quien resbaló sobre el escenario, pero no sufrió ningún percance. Aunque Nicko McBrain, el baterista, tuvo una participación impecable, los fans desearon verlo más en acción, quizás con un solo de batería, pero ya sabemos el por qué. El icónico Eddie, la mascota de la banda, apareció tres veces durante el concierto, cada vez con una temática diferente. Desde Cyborg Eddie con un sombrero de vaquero hasta Samurai Eddie de su álbum Senjutsu, sus apariciones añadieron un toque teatral inolvidable.

Aunque hubierámos preferido más pirotecnia, porque ¿qué es el metal sin un poco de fuego?, las puestas en escena fueron aún impresionantes. Bruce Dickinson luchó contra uno de los personajes icónicos de Eddie, mientras los juegos de luces y las pantallas de producción elevaron la experiencia. El sonido fue impecable en zona de cancha, pero los de gradas no corrieron con la misma suerte, mostrando el profesionalismo y la destreza musical de la banda.

Iron Maiden tocó 15 temas en aproximadamente dos horas, empezando con "Caught Somewhere in Time" y cerrando con "Iron Maiden". Uno de los momentos más esperados fue "Alexander the Great", interpretada en vivo por primera vez en esta gira, a pesar de haber sido lanzada en 1986. El encore, incluyó tres canciones: "Hell on Earth", con un impresionante espectáculo de llamas; "The Trooper", que desató la mayor euforia del público; y "Wasted Years", un cierre perfecto que nos recordó la importancia de vivir en el presente.  Iron Maiden ofreció una clase magistral de metal clásico. Si te has distanciado de Iron Maiden, te animo a volver a escuchar su música. Siguen siendo tan poderosos y cautivadores como siempre.