La Memoria Infinita: con amor hasta el final

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Un documental que cala huesos y abre heridas. Eso es exactamente "La Memoria Infinita", un seguimiento a cómo vivió sus últimos años Augusto Góngora. Un periodista destacadísimo dentro de todo el ámbito cultural del país, así como también un ‘hombre ancla’ dentro del periodismo independiente en la dictadura. El Alzheimer, el amor y la complejidad de este tiempo, pandemia incluida, junto a su amada esposa, la actriz Paulina Urrutia, en un filme que emociona de muchas maneras.

Maite Alberdi (El Agente Topo), dirige este largometraje y da un enfoque para nada morboso a un tema tan delicado como lo es esta enfermedad. El Alzheimer, como primera lectura, es un tema casi tabú, un miedo para muchos. Y lo fuerte de que alguien como Augusto, tan conocido dentro del mundo periodístico, lo padezca y se vaya viendo su deterioro conforme pasan los minutos, es desgarrador. Paulina, durante todo el filme, va recordándole a su esposo quién es, qué ha hecho, con una sonrisa y un amor inagotable. El humor de Góngora, eso sí, nunca se va.

Situaciones cotidianas, recuerdos, eclipses, noches eternas, desolación y romance de una manera pocas veces abordado, se acompañan de una banda sonora que toca los sentimientos, llena de matices y tan bonita como la misma película. Miranda y Tobar se lucieron en ese aspecto, dando otro punto a destacar muy importante dentro del filme. También, es muy necesario mencionar la delicadeza con que se abarca todo. A pesar de haber detalles más personales, no hay una intención de forzar emociones en los espectadores. Esto quizás, el cuidado con el que se realizó, es de lo más rescatable de la película.

Uno de los libros más destacados de Góngora es "La Memoria Prohibida". Un vistazo a las violaciones de derechos humanos en Chile durante uno de los períodos más oscuros del país. Esa misma memoria del periodista, se vuelve infinita en un documental totalmente necesario. Para llorar, pensar, valorar y amar mientras se tenga la oportunidad y hasta que ya no se pueda más. Paulina y Augusto cuentan la historia de amor más real del último tiempo en la pantalla grande sin necesidad de actuar ni por un segundo y desde aquí, con lágrimas en los ojos, se recomienda de principio a fin.