Nile en Chile: reencuentro con las deidades más oscuras de Egipto
Connect with us

Crónicas

Nile en Chile: reencuentro con las deidades más oscuras de Egipto




  • >
  • >

Published

on

Nile, a estas alturas, es sinónimo de una buena presentación en vivo. Ya bajo esa premisa, nos pegamos el pique a la Blondie para ver una vez más a Karl Sanders y sus secuaces destrozar cuánta alma perdida encontraran en frente del stage. Ahora, necesariamente, hay que hacer hincapié en esto y sin sonar exagerado; Nile debe ser una de las mejores bandas en directo. Así, sin más preámbulos, les contamos cómo estuvo el ‘mambo’ en el recinto santiaguino.

 

Como era de esperarse, Traumatic Noise, la primera banda de la noche, se presentó ante poquita gente (pocos pero locos, dicen por ahí) aunque con una actitud deslumbrante. Un sonido que fue mejorando conforme su presentación avanzaba pero según este cronista, el bajo no sonaba por ningún lado. ¿Serán demasiados shows que ya arruinaron el oído de un avezado metalero? Como dirían en los Simpsons, ‘yo diría que sí’. Eso sí, los rancagüinos se las mandaron y eso merece, como mínimo, un aplauso.

Puntual según el cronograma entregado por los productores, Primitivo se subió al escenario del club ubicado en la Alameda para seguir partiendo cráneos y estrenando baterista. Con un marco de gente más amplio y con los primeros mosh (que fueron bien tiernos a decir verdad) de la jornada, la banda que mezcla una actitud parecida a Testament con algo de Aggro Metal, se lanzó con hartos temas en su tiempo disponible, donde sonaron ‘Ancestros Nativos’, ‘Ethnocide’ y ‘Last Domination’. Con unos vídeos que al principio parecían pegadísimos  para luego pasar a unas transiciones más entretenidas, los nacionales que debían abrir el cancelado concierto de Dying Fetus, al igual que Traumatic Noise, cumplieron a cabalidad su cometido de calentar motores para lo que se venía.

TAMBIÉN LEE:
Asphyx: un imperdible de CL Rock

Cerberus: un homenaje más que merecido

Cerberus es una institución del Metal chileno. Quizás, no tan nombrados como Dorso, Criminal, Pentagram y Sadism, pero de que son ‘wenos’, son ‘wenos’. Un sonido que sorprendió de lo bueno que estuvo, con canciones como ‘Brutalizer’ y ‘I’m Hell’ que fueron muy celebradas por un público entregadísimo a la banda. Es cierto, son treinta años (no treinta pesos) y el tiempo no pasa en vano. Cerberus, en media hora, demostró que no se necesitan muchas palabras, solo el Metal bien ejecutado y con ganas de seguir destrozando todo. Varios quedaron con ganas de más tras el cierre de su show, pero como dicen por ahí, de lo bueno poco. Tremendo lo de Cerberus.

Nile, más fuertes que el Rey Escorpión

15 minutos más tarde de lo presupuestado, la banda que nos traslada a las oscuridades del antiguo Egipto, Nile, hace acto de presencia sobre el escenario de la Blondie con una sincronía pocas veces vista. ‘Sacrifice Unto Sebek’ fue el primer balazo del cuarteto que no dio respiro a los cientos de fanáticos apostados en el recinto. Si nos vamos a los aspectos sonoros… UFFFF. ¿Recuerdan una nitidez así para un show de Death Metal? Nosotros tampoco. ‘Defiling the Gates of Ishtar’ y ‘Kafir!’ siguieron completando una noche de ensueño para fanáticos de este estilo de Metal.

TAMBIÉN LEE:
Octavarium: 24 minutos de Dream Theater sobre el péndulo

Moshpits que ahora sí, no tenían nada de ternura, luces ad hoc al tremendo espectáculo sobre el stage, y crowd surfers que se tiraban por la barricada hasta el cansancio fueron los complementos perfectos para un set que no dio respiro, con cortes de la talla de ‘In The Name of Amun’, ‘Sarcophagus’ y ‘Long Shadows of Dread’ que por momentos dejaban boquiabiertos a algunos, por la tan perfecta ejecución e incluso la sincronización a las voces y efectos pre grabados de fondo. Es que en serio, pocas veces se ve una banda que demuestre ese tipo de performance.

Karl Sanders, Scott Eames, Julian Guillen y el poderoso George Kollias en batería (tanto poder que hasta rompió la bordona de una caja de batería y tuvo que ser reemplazada a mitad del show), demostraron a cabalidad que una banda de este género puede sonar ‘apretadita’, compacta y brillante, sin tener necesariamente que reventar tímpanos.

Una hora, un poco menos quizás, que dejó a varios con gusto a poco, pero con el sabor de haber visto a una de las más históricas bandas del Death Metal técnico, quienes con su música inspirada en las deidades cercanas al Río Nilo hicieron de la Blondie un templo más para adorar a Rá. Aguante Nile, aunque Karl se cabreó de firmar tantos discos al final del show, siguen siendo un gran valor de la música que nos apasiona desde la infancia a la tumba, o en este caso, al sarcófago.

 

Samuel Víctor Acevedo

 

Fotos: Antonia Bisso Cárdenas

Locutor, adicto al fútbol y al Heavy Metal. Tiene el récord de más mosh sobrevividos mientras cubre conciertos para su querida página, Cuartel del Metal. Ha visto más veces a Chayanne que a Black Sabbath.

Advertisement
Click to comment

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply