Reseña: Quiet Riot – «Condition Critical» (1984)

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En 1983, la estadounidense Quiet Riot realizó un hito que para esa fecha parecía impensado, poner un álbum de heavy metal en la cima de la lista Billboard 200. Aunque Metal Health solo estuvo una semana en esa posición, es una de las proezas más importantes dentro de la historia del metal. Esto hizo que la banda recorriera los Estados Unidos en una extensa gira de conciertos que sumó más de 160 presentaciones solo en ese país; una cifra considerable para una banda que debutaba en esa nación entre comillas. Quien conoce la historia de Quiet Riot sabe a lo que me refiero con «debutar». En fin, la ficha estaba a favor del grupo y también de su sello discográfico, la independiente Pasha Records, por lo que era imperativo de que un nuevo lanzamiento tenía que estar en los estantes lo más pronto posible. En un poco menos de un año y medio, Quiet Riot sacó al mercado Condition Critical.

El álbum inicia con un riff agradable en «Sign of the Times», pero en su leve complejidad, es un tema estándar para la época, con una dosis de pop metal y otra deficiente de arena rock. Repitiendo la fórmula del cover de Slade, la banda renueva a «Mama Weer All Crazee Now». DuBrow tiene un tono similar a Noddy Holder y por eso le asienta bien versionar las canciones del grupo británico; sin embargo, como dice el dicho, «chiste repetido sale podrido». Una interesante versión, pero queda a varios pasos detrás de uno de los mejores covers de la historia visto en su álbum anterior: «Cum Feel the Noize». Más allá del título, «Party All Night» tiene harta vibra hardroquera al estilo de Kiss, pero se queda en eso nomás. Con un ritmo más alegre «Stomp Your Hands, Clap Your Feet» trata de prender el álbum, ya que entremedio hay coros para ser cantados a todo pulmón; una entretención momentánea. «Winners Take All» es una power ballad alentadora, cuya única cualidad destacable es su estribillo casi religioso.

La pista que da título al álbum, «Condition Critical», es de estas canciones muy puntuales dentro del hard rock y el metal. Una vez leí que un crítico las apodó de slow metal, porque no eran power ballads ni hard rock, ni demasiado lentas para ser nombradas doom metal, pero obviamente el concepto no prendió a nadie ya que nunca más escuché esa mención en otro lado. A no ser que te guste la musicología, tantas definiciones aburre a ratos ¿o no? Pero volviendo a la canción, es lo mejorcito de lo que va del álbum a mi gusto. Otro corte destacado es «Scream and Shout», un tema con bombo doble y con un estribillo coreable; un buen heavy metal tradicional en esencia. Tras ello, «Red Alert», «Bad Boy» y «(We Were) Born to Rock» siguen la corriente de la canción inicial, porque son pistas de hard rock ochentero promedio, con buenos riffs, interesantes solos de guitarras y estribillos coreables, pero nada de romper paradigmas.

A veces la actitud de «martillar el hierro mientras aún está caliente» como alguna vez dijo Frankie Banali, funciona y en otras no. En este caso, el martilleo forjó un hierro endeble y por eso Condition Critical terminó siendo un álbum en la escala del término medio, porque no es excelente ni tampoco mediocre. Este apuro de mantener la forja encendida por parte del sello, provocó composiciones apuradas, no filosas y estándar para una época en que la competencia era difícil ya que salían y salían agrupaciones por montones. Aunque en términos generales repite el concepto de su antecesor en cuanto a este heavy metal estadounidense tradicional, acá si percibo la postura glam o pop metal que se le asignó a la banda. En resumen, Condition Critical es como volver a jugar la misma partida de un videojuego, por más emocionante que sea, ya sabes como terminará.