CD Review
Reseña: Sarcófago – "I.N.R.I." (1987)
I.N.R.I., el álbum debut de la brasileña Sarcófago, es trasgresor y blasfemo hasta el punto llegó a ser influyente para una escena musical que se desarrolló a miles de kilómetros al norte del mundo.

El año pasado me impuse reseñar cada cierto tiempo álbumes del rock y el metal hispanoamericano y hasta ahora han salido críticas de agrupaciones de Argentina (V8, Soda Stereo), Chile (La Ley y Los Jaivas), Colombia (Ekhymosis), España (Héroes del Silencio, Hitten y Mägo de Oz), México (Maldita Vecindad) y Perú (Los Saicos). Con el mapamundi en mente, ahora iré al gigante sudamericano, Brasil. Por tema de popularidad la banda que iba a reseñar al principio era Sepultura, pero en vez de ir por lo obvio, opté por Sarcófago. La agrupación se formó en Belo Horizonte en 1985 y estaba conformada por Zéder Butcher (guitarra), Geraldo "Incubus" Minelli (bajo), Eduardo "D.D." Crazy (batería) y Wagner "Antichrist" Lamounier (voz). Influidos por el metal extremo de Bathory, Celtic Frost, Slayer, y el hardcore punk de Terveet Kädet y Rattus, la banda pretendía crear el sonido más agresivo posible. Teniendo en cuenta ese criterio, ¿fue tan así? Pues bien, la respuesta recayó en su álbum debut de 1987, I.N.R.I.
La pista inicial "Satanic Lust" tiene en sus primeros treinta segundos mucha influencia de Slayer. Tras ello, la banda escurre en un estilo propio con un blast beat increíble y una voz trascendente. Destaco también el buen trabajo de producción de las distintas tonalidades de la voz. "Desecration of Virgin" es de esas canciones sencillas con una cantidad diversa de elementos primitivos bien ejecutados. Su letra erótica y romántica es ideal para San Valentín (sarcasmo). Si tuviera que elegir la mejor canción del álbum optaría por "Nightmare". Al igual que la anterior, mezcla aspectos de varios subgéneros, pero encuentro que Sarcófago supo relajarse y concibió una mejor elaboración. Cuando hablo de los varios aspectos, es porque es posible oír matices de doom, thrash, death y hardcore punk. Estoy seguro de que con "INRI" los fervientes creyentes cristianos, si tuvieran el estómago de escucharla, invocarían a San Pedro para que los abofetearan, porque su letra es directa. En lo musical, es un buen ejemplo del metal extremo puritano.
"Christ’s Death" inicia con una incoherente introducción cuasi power ballad. Con los gruñidos de fondo, cualquiera pensaría que es una canción de cuna para hacer dormir a la bestia. Obviamente ese detalle es un mero juego infernal, al igual que con la parte final con la Marcha fúnebre de Chopin interpretada por la guitarra. La adulación al ángel caído llega con "Satanas", donde la banda es sucia, cruda y directa. En cambio, "Ready to Fuck", una oda al deseo sexual, tiene una batería sincopada y un breve intermedio doom que rompen hábilmente su estructura. Otra pista directa es "Deathrash", con una influencia del hardcore punk y death metal. La canción final, "The Last Slaughter", es quizás donde más se nota el black metal en su concepto actual, con cambios de tempo y chillidos entremedio. A modo de burla, termina con un llamativo ritmo circense de organillo, seguido de uno de los sonidos más populares que existen; lo omito para que curioseen. Un final desquiciado y con un macabro sentido de humor negro.
Haciendo esta reseña desde la perspectiva actual, entiendo claramente cuando las bandas noruegas de la segunda ola del black metal citan a I.N.R.I. como una influencia, porque es un punto de inflexión entre el desarrollo primigenio y la consolidación del subgénero. Una especie de cable entre dos postes, en palabras más simples. Es curioso que al ser un disco latinoamericano, su producción se oye mejor que los elaborados en la misma época en Europa, me refiero a los discos dentro de este mismo estilo por supuesto. Sin embargo, esta producción más limpia, por así decirlo, está astutamente realizada para sonar crudo, pesado y lúgubre. El blast beat y la voz son las dos cosas que más destaco. Si me voy por el ámbito de la musicología, es difícil clasificarlo en un solo subgénero porque tiene características tomadas de varias partes, hay hardcore punk, doom, thrash, black y death. Al final me pasó lo mismo con Apocalyptic Raids de Hellhammer, su sonido es tan primigenio que lo mejor es calificarlo de metal extremo. En resumidas cuentas, I.N.R.I. es un álbum agresivo, trasgresor, choqueante, blasfemo e influyente. Incluso, diría que hasta seminal, considerando la definición vigente del black metal. Y sí, tenía razón Sarcófago.

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