CD Review
Reseña: Robert Plant – "The Principle of Moments" (1983)
El segundo álbum de estudio de Robert Plant, The Principle of Moments, es una continuación del adult-oriented rock visto en su debut Pictures at Eleven. Si bien emula el mismo sonido, hay una complejidad compositiva sustanciada por el intimismo, que lo hace ser recomendable.
Actualizado el diciembre 28th, 2023 a las 08:15 pm
Luego de un "me tiro o no", finalmente Robert Plant decidió seguir una carrera solista en 1982. Su debut, Pictures at Eleven, posee un ambiente íntimo que lo alejó del habitual hard rock de Led Zeppelin, pero fue su particular postura vocal y la interpretación del guitarrista Robbie Blunt que hizo de esa intimidad un tino increíble. De hecho, le fue bastante bien en críticas y ventas. Por ello, cuando un producto resulta ser exitoso, es incuestionable no volver a replicarlo lo más pronto posible. Con prácticamente la misma gente con quien hizo su debut, en menos de un año apareció la continuación, The Principle of Moments.
La inicial "Other Arms" es la prueba de que esto será una secuela. Un corte de tempo medio que si bien no pegó tan fuerte como "Burning Down One Side" (la primera de su debut), es un rock interesante. La frase lay down your arms es una repetición grata y los arreglos corales, al estilo Queen, son atractivos. Por su parte, "In the Mood" se va por la tangente del pop rock, pero sin ese florido toque que significa ese subgénero. El groove de la batería, obra de Phil Collins, y la sutileza vocal de Plant son los aspectos destacables. "Messin’ with the Mekon" y "Wreckless Love" son pistas más lentas; la primera se apega a lo progresivo por la intervención de los silencios, las pausas, el cambio de tempo y ese sintetizador que podría ser una creación de Genesis o The Alan Parsons Project. Mientras que la segunda, lo más notorio es ese ambiente oriental de la guitarra y ese instrumento (puede ser un teclado) que emula a un sitar. Aunque ninguna de ellas es la gran cosa, lo que las hace convincente es la íncreible interpretación de Plant.
"Thru’ with the Two Step" da el puntapié a la segunda parte con teclados muy ochenteros y un grácil solo de guitarra; esta es de esas canciones que se deben oír con auriculares. "Horizontal Departure" es un caso especial, porque sus versos son lentos (de la onda blues), pero el estribillo es pop, mientras que "Stranger Here… Than Over There" sigue esta temática experimental de probar con diversas situaciones, el pongamos esto aquí, movamos esto para allá. Esos "trucos compositivos" un tanto abstractos, hacen que funcione, pero para oídos puntuales. El álbum termina con "Big Log", la mejor del álbum sin dudarlo, porque es una perfección en sí misma. La introducción de la guitarra, la armonía de los teclados, la voz, la melodía y los arreglos la hicieron alzarse como una de las mejores de la carrera de Plant como solista. Un soft rock elegante, cuya estructura está tan bien hecha, que es imposible no caer rendido ante esa delicadeza musical.
A grandes rasgos, The Principle of Moments continúa el adult-oriented rock de su antecesor, por sus canciones de tempo medio y su ambiente calmo. Si bien hay una apropiada complejidad compositiva, en ocasiones esa misma hace que algunas de ellas sean impopulares, porque no es apto para todos los oídos, pero como dije, es la voz de Plant que las hace convincentes. De hecho, como señalé en la reseña de Pictures at Eleven, es la presencia del vocalista como la del guitarrista Robbie Blunt, que les da el sello de calidad. El segundo álbum del británico es absolutamente recomendable, pero requiere estar relajado y absorberlo por medio de auriculares, o bien, estar solo en una habitación con el equipo a un volumen grato, porque es una producción que se presta para ser consumido de la misma forma como fue concebido, con intimismo.
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