Reseña: Queen - «Innuendo» (1991)
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Reseña: Queen – "Innuendo" (1991)




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Queen - «Innuendo» (1991)

La británica Queen es de esas bandas que por más que no te guste, igual logra que algunas de sus canciones retumben en tu cabeza. En los setenta, su sonido era un verdadero montaje, porque mezcló a la perfección diferentes géneros musicales desde rock, glam rock, rock progresivo hasta música barroca u ópera. En los ochenta pasó lo mismo, pero a diferencia de sus primeros álbumes, había algo en su música que no convencía del todo, podría ser su cercanía con el pop o la aparición de otras agrupaciones con propuestas más interesantes, quién sabe. Sin embargo, esto no le quitó su posición de poner en el palenque canciones que hasta el día suenan en las radios y aún venden por montones. Pero detrás de toda esa magnificencia comercial, la banda estaba pasando por una situación que al final puso fin a su carrera debido a la delicada salud de Freddie Mercury. Como un último testimonio, solo meses antes de que el cantante falleciera, Queen lanzó en 1991 Innuendo.

El álbum parte con una introducción casi circense o hollywoodense, si se prefiere, en "Innuendo", antes de que Brian May quiebre ese ambiente con la guitarra eléctrica, pasando a ser un rock progresivo, pero al estilo Led Zeppelin; nótese el evidente aura de "Kashmir". El concepto de ópera rock, típico de sus primeros álbumes, es retomado inteligentemente, pero lo mejor es ese solo de guitarra estilo flamenco por parte de Steve Howe de Yes, inesperado. La mejor canción del álbum y una de sus mejores desde los setenta. "I’m Going Slightly Mad", en cambio, es una reminiscencia al Queen ochentero, a ese enfoque synth pop, pero con un astuto giro hacia lo gótico y también a lo audible, en vez de bailable. La letra relata un desorden mental desde una perspectiva humorística (¿banana tree?). "Headlong" presenta el lado roquero con un hard rock, sin embargo, las pequeñas vocalizaciones armoniosas en los versos le otorgan un leve toque popero. "I Can’t Live with You" está plagado de pop promedio ochentero que rememora a sus discos de esa década, pero no hay nada rescatable, salvo las armonías y determinadas texturas. "Don’t Try So Hard" es la clásica composición de Mercury: una balada con influencia de la ópera (personalmente, este tipo de canciones no me gustan), pero si hay que reconocer la calidad interpretativa de un ya enfermo vocalista.

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"Ride the Wild Wind" es un rock interesante, guiado por una entretenida línea de bajo, la cual sabía que la había escuchado antes pero no me acordaba en donde. Hasta que años más tarde leí que es una versión del bajo de "Shakespeare’s Sister" de The Smiths (1985). Esta línea de bajo es finalmente lo más llamativo de la canción. "All God’s People" tiene una fuerte influencia del góspel y al final, en el fade-out, hay un espíritu de la música africana. "These Are the Days of Our Lives" es una suave balada pop que me recuerda mucho al estilo de Joe Cocker o de Robert Palmer, por las texturas de los teclados y las congas. "Delilah" es una canción dedicada a la gata de Mercury de mismo nombre, por ende al ser tan personal no logra ser llamativa, a no ser que también tengas una mascota llamada Delilah. "The Hitman" es un heavy metal con un riff bastante bueno, pero al final no persuade demasiado. "Bijou" es un tema mayormente instrumental en que la guitarra transmite sentimientos afligidos y melancólicos. El álbum culmina con "The Show Must Go On", sin lugar a dudas la más popular del disco. A pesar de no contar con un ritmo lento, se siente la tristeza gracias a la increíble, pero sollozante, interpretación de Mercury. Si bien May comentó que tuvo inspiración en el Canon en re mayor de Pachelbel, la parte de los teclados siempre la encontré basada en la obra Rey Arturo de Henry Parcell, puntualmente en "What Power art thou, who from below…". Para que se hagan una idea, oigan a "The Cold Song" de Klaus Nomi para que entiendan mi punto.

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Innuendo es un disco en que Queen retoma su concepto original, una mezcla de varios subgéneros del rock con la música clásica y algo de pop. Un álbum mucho más interesante de que lo habían presentado durante los ochenta, pero por encima de todo, fue un golpe a la mesa para decirte que "no nos hemos olvidado del rock". Hay momentos muy buenos, algunos regulares, pero en ninguna ocasión, malos. Sin embargo, ha contar de "Headlong", el álbum tiene una leve caída quedando en una planicie con dos montañas de por medio ("These Are the Days of Our Lives" y "The Show Must Go On"), que termina quitándole peso para estar entre sus mejores álbumes. Salvo ese hecho, Innuendo es un bello final para una de las bandas más populares del siglo XX.

Colaborador de El Cuartel del Metal desde Chile. Responsable de reseñas de discos.

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