Reseña: Quiet Riot - «Metal Health» (1983)
Connect with us

CD Review

Reseña: Quiet Riot – "Metal Health" (1983)




Published

on

Quiet Riot - «Metal Health»

Actualizado el mayo 9th, 2024 a las 08:58 pm

La historia de Quiet Riot previa a 1983 es bien particular, una banda formada en los Estados Unidos con sus dos primeros álbumes editados solo en Japón, porque su país natal no los quería. Al ver que la cosa no funcionaba, el guitarrista Randy Rhoads audicionó con éxito para Ozzy Osbourne, que provocó un desorden interno que al final terminó en una renovación. El vocalista Kevin DuBrow decidió continuar, pero al ver el poco interés de los demás músicos, optó por reestructurar la agrupación con Carlos Cavazo en la guitarra, Rudy Sarzo en el bajo y Frank Banali en la batería. Esta nueva alineación tenía la meta de romperla en los Estados Unidos, y de que manera lo hizo.

Quiet Riot en la época

Quiet Riot en la época "Metal Health"

Sabiamente escogida como canción de apertura, "Metal Health", está pensada para ser coreada en los grandes escenarios y hacer un headbangig al ritmo de uno de los estribillos más icónicos del metal ochentero. Con aires de un himno de arena rock, todo marcha bien aquí, desde la sección rítmica, el solo de guitarra, la poderosa voz aguda y rasposa de DuBrow, hasta la letra "prometalera". Sin descanso y para continuar la fiesta, le sigue uno de los mejores covers en la historia, "Cum On Feel the Noize", de los británicos Slade. Concebida originalmente para ser alegre y parrandera, su elección es acertada porque coincide a la perfección con el mensaje de que el "metal se vive y entretiene" y no era dañino como lo tildó más tarde el PMRC. La voz de DuBrow, con un tono similar a la de Noddy Holder, hace de "Cum On Feel the Noize" no solo una versión, sino que la convierte en una verdadera adaptación ochentera, con Cavazo luciéndose con un buen solo de guitarra. Lo curioso de todo esto, es que la versión original de 1973 fue un éxito en el Reino Unido, no así en los Estados Unidos, mientras que la de 1983 funcionó al revés, logró una atención considerable en el gigante norteamericano pero en la tierra de la otrora reina pasó casi sin penas ni glorias.

TAMBIÉN LEE:
Reseña: Quiet Riot - "QR III" (1986)

Después de las canciones insignias del álbum, como también de toda la carrera de la banda, aparece una verdadera sorpresa: "Don’t Wanna Let You Go". Si bien posee un ritmo calmado, relaja el headbanging de una manera bien grata, gracias a esa guitarra eléctrica sin distorsión que me hace recordar a un pub rock setentero. Por su parte, "Slick Black Cadillac" es más rocanrolera. Originalmente era la pista introductoria del álbum Quiet Riot II de 1978, el último con Rhoads, y me parece bien que DuBrow la haya retomado porque ¿para que dejar solo a los japoneses disfrutando de ese ganchero estribillo? Bien hecho. Desde los primeros punteos de guitarra, "Love’s a Bitch" deja en claro una atmósfera depresiva como consecuencia de un mal amor, para posteriormente emerger como un canto de autoapoyo mandando todo a la mierda, afirmando que "el amor es una perra".

"Breathless" y "Run for Cover" son dos canciones de heavy metal tradicional de lleno, con la sección rítmica a tope; un tanto parecidas que le suman rapidez y agresividad al álbum. Luego de un breve y buen solo de guitarra (aunque no memorable) por parte de Cavazo, viene "Let’s Get Crazy", la más divertida y festiva de la cara B. Por otro lado, "Thunderbird" es una triste power ballad al estilo Journey que no me entusiasmó tanto, pero hay que ser consciente de que ese tipo de canciones la rompían en las radios. No obstante, dejarla como pista final no fue lo correcto, hubiera preferido una canción más cañera para despedirse, pero bueno.

Clásica portada del disco

Clásica portada del disco "Metal Health" de Quiet Riot

Metal Health posee muy buenos riffs y memorables ganchos, sobre todo en la cara A, porque la B no llega al nivel de calidad de la primera, pero aún así hay joyitas en ese lado. Un álbum icónico de los ochenta con una significativa importancia, porque fue la primera producción del heavy metal en llegar al número uno de la principal lista estadounidense, Billboard 200. Hoy ese mérito no tendría relevancia, pero en esa época fue un hito para la industria musical de los Estados Unidos. Aunque muchas publicaciones, particularmente estadounidenses, lo consideran glam metal, hair metal o pop metal o como quieran, para mí es solo un heavy metal tradicional y del bueno. Un disco que, junto con Pyromania de Def Leppard, anunciaron en 1983 el final del new wave y el inicio de los años gloriosos del metal durante los ochenta. Metal Health es la obra maestra de Quiet Riot y es lamentable que nunca pudieran igualar esta calidad en sus posteriores discos, así que en cierto punto, es un álbum de debut y despedida.

TAMBIÉN LEE:
Reseña: Kraken - "Kraken I" (1987)

Colaborador de El Cuartel del Metal desde Chile. Responsable de reseñas de discos.

Advertisement
Click to comment

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Advertisement
Advertisement